miércoles, 31 de diciembre de 2008

CERRANDO 2008



Se va, faltan solo horas para que el año 2008 se vaya. La alegría de haber completado el año con la mayor parte de los propósitos de hace un año cumplidos, es un sentimiento muy bueno, aunque no tan usual.

La navidad siempre ha significado en mi caso, un poco de nostalgia, y en ésta ocasión, no puede ser muy distinto, así, pues mi pecho está lleno de recuerdos y querencias a ésta hora.

En Caracas la navidad siempre ha estado acompañada de las múltiples lucesitas titilantes que la gente pone en las ventanas de sus apartamentos y casas, el San Nicolás gigante del CCCT, y la Cruz de Navidad que se enciende en el Ávila año tras año.

Tampoco puede faltar la ida con Jurg y mis sobrinitos Daniel y Christian a comprar el arbolito de navidad, el cual se compra, y se instala con la consabida dedicación y detalle de mi hermana Silvia quien saca cada adornito, lo limpia y dispone en grupos en el suelo, para su posterior instalación.

Hace algún tiempo que incorporé, y Raque hoy lo disfruta e incluso mejora, la tradición de hacer con pino caribe, y luego prender cada domingo de diciembre, la Corona de Adviento, Raque con su rigurosidad exquisita, hasta sabe que debe leerse con la prendida de cada vela, cada domingo, y así tomados de las manos prendemos cada domingo una vela, con una lectura alegórica.

Este año compramos nuestro propio arbolito de navidad, Raque días antes sacó sus adornitos y ése día nuestra casa se llenó con nuestros familiares, quienes pusieron la alegría caraqueña, aderezada con las infaltables hallacas, pavo, pernil de cochino, y el fresco vino francés Beaujolais Noveau, tradición nueva incorporada, en la medida de las posibilidades, que no siempre son muchas.

También se ha convertido en una tradición familiar, ir a ver a Claudita en el ballet Cascanueces, cada año está mas bella, y cada vez su participación es mas importante, esta vez era un angelito, sueño con el día en que le diré a todo el mundo que mi niña es una extraordinaria bailarina.

Cada año los amigos del colegio, los de siempre, nos reunimos al final del año, para celebrar la navidad. Siempre se ha hecho donde Wachi y Mónica, que son los que tiene casa desde siempre, ésta vez fue igual, la presencia de todos, confirmó el inmenso cariño que existe entre todos, pues somos amigos desde hace mas de 30 años ya.

La fiesta de navidad adelantada de Silvia y Jurg, es siempre un evento exquisito, lleno de sentimiento, familiaridad y regalos, los gritos y emoción desbordados son abrumadores y me conectan con mis hermanas, sobrinos, cuñados y padres.

El 24 organizamos una cena de navidad magnífica en nuestra casa, con los familiares que no salieron de viaje, Raquel (madre) y mi suegro José Vicente, Sol, Tapío, Guillermo, Nata, Otto, y Ana Paula. Recibimos al Niño Jesús por primera vez en nuestra casa, escuchando música navideña venezolana, llenos de alegría y con las velitas del arbolito de navidad prendidas.

La Parranda de El Kopus Ron, no faltó, el 30 como todos los años (ahora). En La Carlota es la cosa, allí en una casa de familia, donde no se han rendido a la Ciudad Insegura, el Centro Comercial de puro consumo, la Nieve Artificial fatua, y al Jingle Bells como himno único. Cantamos hasta la madrugada, con una taparita de ron para aclarar la garganta, cuatro, tambor y maracas, y mucha canción de mi país. La sorpresa siempre es constatar como las personas en sus casas se entusiasman, salen a cantar, y ofrecer un roncito, una hallaquita, un turrón, ó simplemente una sonrisa. Este evento anual, queda así incorporado con Cheo y Diana, nuestros amigos que nos invitan cada año.

Hoy, en unas horas más, termina. Con pelucas, a la española, tomaremos las uvas, brindaremos por el año nuevo, cantaremos que “Yo no olvido el año viejo” y que “Faltan 5 pa las 12”, y cumpliré mi promesa con María Elena de escuchar la canción de fin de año, que me conecta con ella.

Ya casi listos, veo la mesa de Navidad que mi Raque preparó emulando a su padre, con las uvas, y frutas, con torontos, nueces y avellanas, para llamar a la abundancia, el olor del pino canadiense, y la velita prendida frente al pesebrito, todo junto, todo mezclado me hace sentir una vez mas en mi pecho, esa cosa navideña, esa cosa de 31 de diciembre.

Así pues, luego de un año en el que se consolidó gran parte de lo que deseábamos, un año feliz en el que no faltó trabajo, en el que nos mudamos al sitio que queríamos, en el que consolidamos nuestra unión ante la ley y ante Dios, y en el que la salud no nos abandonó, decidimos celebrar la navidad y el año nuevo.

martes, 25 de noviembre de 2008

VOTAR EN VENEZUELA



A las 4:00 am, se inicia el día, los fuegos artificiales me despiertan, me levanto angustiado por el estruendo, una vez más el abuso de quien tiene el poder, se desborda en mi ciudad, y con el fin de amedrentarme, cansarme y desmoralizarme, me levanta de madrugada, solo para que constante que de nuevo le darán a mi candidato una paliza.

Esta vez no hay “Diana” en mi vecindario, me salvé este año.

Luego de un rápido desayuno en la panadería: Cachitos, una chicha y un cafecito para “mi amorcia” salgo en mi carro , tengo que cruzar la ciudad pues mi voto lo ejerzo en un Centro Electoral de otro Municipio, es que, nunca me cambié, básicamente porque me gusta el centro electoral donde voto y porque me da mucho miedo que el CNE me desaparezca, ó me ponga a votar en una ciudad a la que no pueda ir.

En Venezuela, votar se ha convertido en un asunto de alta tecnología, las máquinas tienen pantallas que al tacto permiten confirmar el voto y ejercerlo, en mi Municipio se eligen 10 cargos en ésta ocasión, Gobernador de Estado, Alcalde, Alcalde del Engendro Legal que es el Distrito Metropolitano de Caracas, y Legisladores de todos estos ámbitos territoriales. Éste país es federal aunque lo disimulamos muy bien.

Te marcan tu huella dactilar en el aparato capta huellas, igual al de los gringos en inmigración, pasas a la mesa elctoral, con el corazón que se te sale del pecho, te buscan en el libro, por un segundo te "cagas" y dices: ¿ Y si no aparezco?, pero bueno; si sales, firmas, otra vez tu huella, esta vez con tinta, y pa dentro.

Frente a la máquina te sientes como si fueras a meter la pata en el cajero automático mas importante de tu vida, el corazón late duro, pura emoción, marcas tu cosa, no sale el que tu quieres, vuelves a marcar, ahora sí, ése es..., la máquina te pregunta ¿CONFIRMAR?, muy democrática, así que confirmas y VOTAS, inmediatamente ésta cosa escupe un papelito, por segundos crees que te va a decir cuanto te queda en tu cuenta, y esperas que sea mas de lo que recuerdas, pero claro, esa es tu imaginación, lo que dice es que votaste por una gente.

Metes tu papelito en la urna, te manchan el dedo meñique en tinta azul indeleble (como el de la foto de ésta entrada), y LISTO, eso es votar en Venezuela.

Una vez que votas te vas para tu casa, enciendes el televisor y comienza el viacrucis en pro de obtener información, los venezolanos, en vez de dar y recibir proyecciones de cómo va la cosa en los 22 Estados, qué candidatos se ven más favorecidos por las “encuestas a boca de urna”, en vez de que los canales de TV nos pongan esos gráficos magníficos que hemos visto en otras latitudes, nos vemos obligados a desarrollar un 6to sentido, de modo de ver en el gesto pequeño, en la mirada hacia abajo, en lo que llamamos el ”carómetro”, nuestra proyección personal, ¡Ves ese tipo perdió!, no le ves la cara, está como arrecho……. Mira…. Que vá, se está riedo mucho, ese ya sabe que ganó…. Y así vamos adivinando lo que va a pasar, siempre llenos de dudas de si el gobierno esta vez nos hará trampa otra vez, y tapando soles con el mismo dedo meñique que nos mancharon de azul indeleble.

Luego cuando ya no aguantas mas, te metes en internet, a ver que dice BBC, que dice CNN, que dice CARACOL de Colombia. Coño…. Nadie dice nada….. y es que el CNE no permite que nadie publique cifra alguna hasta que ellos den el primer boletín, así que te ves sometido a buscar en fuentes no necesariamente confiables.

En esta ocasión pulularon los Blog con resultados de toda índole, unos daban ganador hasta a Roberto Smith en el Estado Vargas, donde la verdad fue que le dieron una paliza, otros decían que Miranda lo ganaba el del PSUV, cuando la feliz verdad es que ganó quien queríamos que ganara, y así transcurre la tarde, cada minuto mas tenso que el anterior.

Las votaciones se cierran a las 4 pm, siempre hay sitios donde a las 10 pm aún votan personas, y no es sino hasta las 12 de la noche pasadas, que el CNE se digna a dar resultados preliminares, justo cuando ya estamos totalmente molidos, y vencidos moralmente.

Año tras año, se nos ha venido sometiendo a la misma tensión, a la misma carga de frustración, a la misma impotencia y a la misma desinformación por largas horas de espera inclemente, sin que los particulares podamos dar nuestras proyecciones públicamente, es como una especie de “loop” al infinito, como en la película aquella en la que un reportero tiene que ir a cubrir la salida de un fulano castor que te dice cómo será el invierno, y por alguna artimaña, chavista seguro, el tipo se levanta todos los días y la situación es exactamente igual a la del día anterior para siempre, bueno nuestra frecuencia es anual no diaria, y sin embargo resulta aterradora.

La experiencia electoral en Venezuela, se ha vuelto un poco excesiva, sin embargo, reivindico el voto como la última herramienta democrática que estoy dispuesto a perder, y es precisamente con ella que se ha logrado casi todo en éste país, desde hace ya 50 años ininterrumpidos, no estoy dispuesto a dejarla de usar ni a perderla.

Estoy listo para descansar 1 año, y salir a lo mismo, un domingo de noviembre ó diciembre de 2009.

lunes, 20 de octubre de 2008

LA LLUVIA


Me asomo en la ventana de mi casa, veo El Avila magnífico, un viento que viene del este empieza a soplar duro, se desgaja el cielo, una lluvia gruesa de octubre cae pareja y seguida sobre la calle, los árboles, el techo de mi casa y mi mano cuando la saco para probar cuen fría está.

En Caracas, octubre es mes de mucha lluvia, desde que me conozco es así, es ya el final de la temporada, y éste último tramo, despide el período con fuerza, El Cordonazo de San Francisco, nos castiga seguido todo el mes, la gente cree que es una sola lluvia, pero he desarrollado la teoría de que son muchas, son una serie de tormentas acompañadas de fuertes truenos y relámpagos, de esos que asustan a los niños, y durante las cuales mi abuela aprovechaba para contarme historias de mudanzas de Dios y los ángeles en el cielo, -es que los escaparates son muy pesados y al rodarlos suenan así...., insistía ante mi cara de incredulidad e impacto.

La lluvia cae sin parar, los truenos precedidos de la iluminación tipo flash, se incrementan, -el cordonazo es hoy, dice Raque. Sigo asomado en la ventana, el agua me salpica en la cara y el disfrute es máximo, quisiera bajar y dejarme empapar por el agua. - Las ventanas, cierra las ventanas que se mete el agua, no esa no la de arriba, mi amor se mete el agua por la del estudio, desenchufa eso....en fin, como somos tropicales las casas son muy abiertas y las ventanas pueden dejar meterse el agua, las cosas del aguacero.

El verdor de El Ávila se intensifica, las nubes cubren la mitad del cerro, y fantaseo con que la neblina llegue hasta mi ventana, pero no estoy tan cerca de la montaña, ojalá estuviera mas arriba, mas en el monte, mas dentro del Ávila.

Sigue tronando, la luz tiembla, - Mi amor, la luz.... se va a dañar la nevera .... dice Raque, yo sigo en la ventana, no puedo moverme, la lluvia me ha embrujado, todos los aparatos eléctricos suenan en su reinicio por el parpadeo eléctrico, ojalá no se hayan dañado, pienso. Sigue lloviendo a mares, nos vamos a dormir con el aguacero de fondo como quien duerme al lado de un río. Mañana la cola será fenomenal, y las noticias sobre casas y calles caídas aterradoras.

Así se despide la lluvia en Caracas.

viernes, 10 de octubre de 2008

JUAN PABLO TIENE OTRA VISIÓN



Estaba yo en la calle al medio día, buscando un taxi para irme a una reunión, se para un carro, señor voy a Boleíta, ¿Cuanto me cobra?, 25 responde, ok, me subo y empecé a conversar, como siempre, Así conocí a Juan Pablo.

Juan Pablo, maneja un taxi en Caracas, es colombiano, vive aquí desde hace 3 años. Se vino a solicitud de su hermana, quien vive aquí hace tiempo y quien necesitó su ayuda durante su convalecencia. Su viaje tenía fecha de regreso, pero nunca volvió.

Se vino de esa Bogotá que está en pleno “boom” de bienestar. Sorprendido por su inmigración en éstos años complicados de nuestro país, le pregunté: ¿Qué haces tú aquí hace 3 años viejo? A lo que me respondió, Pues mire, este país es maravilloso y lleno de oportunidades……. ¡Coño, respondí, pero si esto aquí es un desastre Juan Pablo!, e intenté iniciar mi discurso de todos los horrores que veo a diario, él me interrumpió, no me dejó seguir, diciéndome con una sonrisa inmensa, no se queje, que aquí es todo maravilloso.

Juan Pablo es taxista, como ya narré, se vino en medio de esta especie de guerra civil verbal, y algo mas, que tenemos los venezolanos, se vino en medio del aumento vertiginoso de la violencia y la delincuencia en una Caracas, que al contrario de Bogotá, parece estar en pleno proceso de destrucción, se vino pues como decimos aquí, en pleno peo. Lo único es que Juan Pablo, ve aquí algo que los caraqueños no vemos, ve oportunidades, ve alegría, ve cordialidad, ve paz (aunque parezca mentira), tiene otra visión.

Mi amigo taxistas, me cuenta que durante la convalecencia de su hermana, un día le agarró el carro y se compró un “casquito de esos que dicen Taxi”, y lo puso en el techo del carro, en una tarde hizo 150 mil bolos. Al día siguiente hizo lo mismo y ganó otros 200 mil. Eso son 5 millones 600 mil en un mes, solo medio tiempo, es decir que podría ganar 11 millones en 1 mes, ¡A punta de pura voluntad! Sin licencia venezolana, sin concesión municipales para prestar servicios de taxista, y sin saberse las direcciones de Caracas.

Y es que en Venezuela, dice, todo es una facilidad, ¡Pana y a mí que me parece al contrario! , pero bueno, él se trajo a su familia, su esposa al principio creía que tenía otra mujer aquí en Caracas, pues a las 3 semanas de estar aquí, renunció a su trabajo en Bogotá y decidió no volver.

Al poco tiempo se trajo mujer e hijos y es feliz en Caracas, metió a los chamos en un colegio donde los aceptaron a mitad de año, y donde los promovieron al siguiente sin rollos ni preguntas.

Juan Pablo, es allí, déjame en la puerta esa. Para y me deja salir. Me bajo del carro con una sonrisa como si hubiera estado en un viaje maravilloso, y es que efectivamente Juan Pablo me hizo viajar de la negatividad más absoluta a la positividad, y es que bueno, Juan Pablo tiene otra visión.

domingo, 31 de agosto de 2008

LOS LOROS



En medio de tanta cosa impactante y amenazante, en medio de la violencia de la calle, en medio de la adversidad que ha envuelto a nuestra Caracas, devastada, surgen como símbolo de la esperanza y de la posibilidad los Loros.

Todas y cada una de las mañanas de la vida, bajan del Avila cientos de Loros Reales, los cuales, como una jauría aérea, pintando el cielo de verde esperanza, con destellos amarillos, rojos y azules, cruzan la ciudad en busca de la gente.

Les encanta el contacto con las personas, chillan desesperados para que uno los vea, para que uno se dé cuenta de que están allí, cerca muy cerca de uno, acompañándonos en nuestras vidas, viéndonos tocar corneta desesperados en una cola, escuchando nuestras quejas del pésimo funcionamiento de casi todo, mirándonos reír a carcajadas, ó llorar a mares.

Van en parejas, como vamos ó queremos ir todos, felices volando encima del verdor magnífico de Caracas, y entre los intensos rayos del sol tropical.

En la tarde, cuando ese mismo sol ya empieza a ocultarse al oeste de la ciudad, de dos en dos, en parejas, emprenden su viaje de regreso a la montaña. Algunos dicen que van de norte a sur, otros los hemos visto viajar de oeste a este, pero desde que tengo memoria, me han regalado una gran felicidad al verles volar de regreso a sus casas, día tras día. ¡Ojalá pudiera yo volar igual a la mía!

Hace algunos días tuvimos la inmensa felicidad de recibir en la ventana de nuestra sala, la visita de una pareja de Altezas Reales, sus plumas verdes y sus chillido estruendoso nos sorprendieron dentro de la casa, nos sentamos en el piso y logramos compartir con ellos un rato maravilloso, hasta que decidieron volar y seguir su camino a la ciudad, fuimos su primera parada.



Al día siguiente, volvieron, esta vez a la ventana de nuestro cuarto, nos veían con tanta curiosidad como nosotros a ellos, volteaban su cabeza y hacían ruidos, como queriendo decirnos algo, nosotros nos paralizamos de emoción, al intentar tocar a uno de ellos, su pareja se fué volando y éste la siguió.

Hemos decidido pues, que ésta visita inesperada, y el vuelo de estos conciudadanos por encima de nuestras cabezas, es definitivamente un buen augurio, pues, en medio de tanta cosa, tanta violencia y tanta adversidad, la ciudad que vive y vibra independientemente de quien esté a cargo, nos enseña que somos mucho mas que nuestras dificultades.

domingo, 17 de agosto de 2008

CUANDO LAS COSAS SE PONEN AL REVES


LA SEGURIDAD. Estas en un Restaurante de Caracas, has comido y bebido exquisito, el “boom” de los nuevos sitios buenos de comida en la ciudad es tan inmenso como los precios que cobran, llega la hora de pagar y sacas tu tarjeta de crédito infalible, esa que solo usas cuando el monto es grande porque sabes que aguanta el guamazo, la entregas seguro de que va a pasar sin problemas, ya luego te preocuparás de ver como pagas esto, pero de momento todo va a salir perfecto.

Al rato, ….Señor, no pasó su tarjeta…. ¿Tiene otra?…. ¿Qué? Respondes, ¿Cómo que no pasó? Si tiene full crédito. Pues eso Señor, no pasó. Inmediatamente te quedas frío, no sabes que decir ni que hacer, todos en la mesa te miran con cara de que eres un mentiroso y gorrón, ó al menos eso sientes, que vergüenza pana, te ves lavando los platos del restaurante porque no tienes otro medio de pago. Tranquilo, te dice uno de los comensales, yo lo pago.

Al día siguiente decides llamar al emisor de la tarjeta de crédito, haces el reclamo y el operador, con su lenguaje particular, te informa que: “En éste caso, al accesar su información, el sistema arroja que usted efectivamente intentó usar su tarjeta ayer, igualmente el sistema arroja que tiene saldo mas que suficiente para hacer este gasto, sin embargo, POR RAZONES DE SEGURIDAD, el banco ha decidido que al intentar pagos de elevados montos, se genera un Bloqueo Automático de la tarjeta, que solo puede ser desbloqueado llamando por teléfono”.

¿Qué pasará si necesitas la tarjeta en la emergencia de una Clínica? ó ¿Si la necesitas para comprar un pasaje de avión urgente?, ó ¿Para pagar medicinas? Pues bueno, Así pasa cuando la Seguridad se pone en tu contra y te impide pagar, teniendo como.

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LA JUSTICIA. En estos tiempos de Revolución y demás ideas "románticas", tiempos en los que la palabra Justicia, y la frase Justicia Social, salen a relucir como si fueran conceptos nuevos recién inventados, se ha impuesto a los venezolanos, escudados en esa frase tan maltratada (Justicia Social), un control de precios, acatado a medias por los productores de alimentos y los comerciantes.

Es así como una parte importante de las cosas que gustamos de consumir los venezolanos, tienen los precios regulados, es decir no pueden venderse a un precio mayor de lo que ha dicho el gobierno, ello evidentemente POR RAZONES DE JUSTICIA, es decir, para que las cosas se vendan al precio JUSTO y todos puedan acceder a las cosas para comprar, vana ilusión.

Resulta pues, que los importadores, productores, y comerciantes de alimentos y de otros artículos de uso personal, ante las limitaciones impuestas, simplemente resuelven No Importar, No Producir, y/o No vender, aquellos productos cuyo precio no pueden aumentar al mismo ritmo de la inflación, y bueno, sin que quienes han impuesto semejante barbaridad se den cuenta jamás, la Justicia se convierte en Injusticia.

Pues listo, ahora NO HAY estos productos para comprar, y eventualmente cuando tengan que liberarlos, su precio será tan grande que no habrá quien pueda comprarlos.

Mientras tanto, no podemos usar el desodorante que nos guste sino el que haya, no podemos tomar leche sino cuando haya, no podemos comer atún enlatado en agua pues no lo venden, ni milanesas de pechuga de pollo pues no las preparan, y así un largo etc.

La Justicia se puso en nuestra contra, ahora nadie controla su consumo, y eso es injusto para todos.

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EL AVANCE DE LAS COMUNICACIONES. Ahora que tenemos cualquier cantidad de nuevas tecnologías, cuyo objetivo es comunicarnos con todo y con todos de maneras insólitamente veloces y efectivas, resulta paradójico ver como realmente no nos estamos comunicando con nadie, sino que nos estamos metiendo cada vez mas en nuestro propio mundo, conectados con redes, a traves de Black Berrys, celulares, Palm Pilots y demás terminales asombrosos. Solos nosotros con nuestro aparatico.

Mas fuerte aún es que dependiendo, como dependemos de éstos servicios (Televisión x Suscripción, Teléfonos, Internet) cuando eventualmente fallan, nos quedamos en el mas absoluto oscurantismo, sin ser capaces de hacer nada sin estos aparatos y las redes a las que nos conectan.

Así cada vez que a la Nueva CANTV se le ocurre dejarnos sin teléfono y/o sin ADSL (ABA), se genera una crisis personal, en las oficinas nadie sabe como trabajar sin Internet, y si es la lluvia que nos deja sin Directv ó a Supercable le da una de esas “Pausas por Problemas Técnicos”, en la casa nadie sabe como vivir.

La falla de estos modos de comunicación, nos incomunican por completo. Esas cosas nos pasan cuando El Avance de las Comunicaciones nos da la espalda.

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La cosa no es fácil, la vida contemporánea, en manos de la tecnología, las formas de pago electrónicas, los hackers y demás clonadores y usurpadores de la personalidad, los malos gobiernos, etc., nos ponen a prueba todos los días.

Menos mal que las tenemos para quejarnos, hay quienes no tienen idea de la Seguridad, La Justicia, El Avance de las Comunicaciones y muchas otras cosas más, también hay quienes no pueden quejarse.

martes, 8 de julio de 2008

EDIFICIOS

En Caracas los hay de todos tipos, de todas las épocas y para todos los gustos. Iglesias que recuerdan estilos pasados, vidrios ahumados que hacen gastar electricidad a granel, mármoles invadidos, obras de arte cinético espectaculares, y en definitiva lo que somos los caraqueños, puro sincretismo, trópico y diversión. Hay pues salsa, merengue, joropo, hip-hop, rock y changa entremezclados.

Cruz Diez - Cubo Negro, Chuao. Caracas.


La Previsora. El Recreo. Caracas.


Av. Baralt Norte. La Pastora, Caracas.


Palacio Masón. Caracas.


Palacio Federal Legislativo - Sede de la Asamblea Nacional. Caracas.


Iglesia de Santa Inés. Caracas.


Cubo Negro - Chuao. Caracas.


Eurobuilding. Chuao. Caracas.


Edif. Los Andes. El Recreo. Caracas.


Iglesia Nuestra Señora de La Chiquinquirá. La Florida. Caracas.


Iglesia de Santa Eduvigis. Santa Eduvigis. Caracas.


Edificio Las Mercedes. Caracas

sábado, 14 de junio de 2008

LITIGANDO


Esquina de Pajaritos, Edificio Jose María Vargas / Sede de los Tribunales Civiles y Mercantiles de Caracas. M.Libertador, Distrito Capital.

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En la cola, bajo el sol inclemente, a la altura de la iglesia de San Francisco, se inicia el día de trabajo.

El brillo de la gomina en el pelo, se confunde con las primeras gotas de sudor del día. Una a una me recuerdan los 120 juicios que llevo, los lapsos de los cuales no estoy seguro, las pruebas por evacuar y las que se me olvidó promover en el juicio aquel, la medida preventiva que tengo que obtener hoy mismo, y la distribución que necesito caiga en el 1ero.

El traje azul oscuro, de tres botones cerrados, la corbata de seda a rayas y la camisa blanca, muy blanca. ¡Qué Calor! Los zapatos lustrados por el señor de la esquina, casi no pasan el examen de Eduardo, quien se ha convertido en una especie de policía de la impecabilidad.

Hoy voy a almorzar con El Chino, Mariana, Eduardo y Reynaldo en El Pasaje, así que debo hacer mi ronda y cuadrar con ellos la hora, cuando pase por el 8vo, donde pararé a fumarme un cigarrito en el puesto de la flaca.

Durante los 45 minutos que dura el proceso de llegada a los ascensores, me encuentro con varios de mis compañeros litigantes, todos se van incorporando en mi sitio de la cola, los de atrás ponen mala cara, pero que mas da, no es sino el principio de los esfuerzos del día, con lo cual, nadie se queja abiertamente, es mejor guardar la energía.

Los vendedores ambulantes de la Esquina de Pajaritos, hacen que el tiempo pase menos aburridamente, se venden leyes por supuesto, se venden Gacetas Oficiales y leen sus titulares jocosamente, Bases de Datos de lo que usted quiera, la Lista Maisanta, el CICPC, el Banco Industrial, el Seniat, El Calendario Rojas, CD’s, el "nintendo de agua", y todas las baratijas que seguro se venden igual en Dubai. Todo, todo, todo.

Hay una señora indigente que tiene mucho amor para repartir y abraza a los abogados perfumados, y les arranca a las abogadas sus vasos con bebidas para refrescarse, ella está mugre, la gente le huye, la justicia también le huye.

Mientras pasan los minutos e inadvertidamente avanza la cola, voy repitiendo en mi cabeza los argumentos en el orden en el que los voy a decir en la Audiencia pautada para las 10:00 a.m., son las 9:10, y la cosa no camina, la gente se queja, hay 4 ascensores dañados hoy, justo los de los pisos altos, la tensión se apodera de mí.

Me salgo de la cola e inicio el camino por las escaleras, son 20 pisos, pero tengo que llegar, me desabrocho el paltó, e inicio camino, es como una maratón, y hay que ganar, es como subir a Sabas Nieves pero en traje y con nervios, las escaleras tiemblan, no han recibido mantenimiento desde hace mas de 10 años, el presupuesto judicial no da para tanto, subo un piso, 2 pisos, 5 pisos, 10 pisos, tengo que parar, no puedo mas, me faltan 10 aún, y apenas me quedan 15 minutos para llegar, el sudor empapa mi camisa y mi cara debe estar como si hubiera acabado de bailar merengue, apenas me recupero un poco sigo adelante, mas, mas, mas, mas, tengo un calambre en una pierna, pero no puedo parar. Casi a punto de desfallecer, llego.

Con la lengua afuera llego al tribunal, piso 20, horror de horrores, el cartelito afuera pone NO HAY DESPACHO NI SECRETARÍA. “Se informa a todos los abogados, que por razones de salud la Juez decidió no despachar” alguien afuera dice que la vió anoche en una discoteca echándose palos.

¡!!!!!AHHHHH!!!!!, el grito me despierta, es una pesadilla, me levanto y me toma unos minutos darme cuenta de que era un sueño, ya no litigo, ya no llevo juicios, ya no tengo que contar lapsos, el alivio es inmediato, lástima que ya no tengo pelo tampoco en el que poner gomina, ni almuerzo con mis amigos en El Pasaje, eso si lo extraño. En fin, la Justicia venezolana sigue su curso sin mí.

jueves, 15 de mayo de 2008

COSAS EN LA CABEZA


He estado ocupado, la mente la he tenido en otra cosa, ha sido un período de inactividad creativa o más bien de agobio mental, mezclado con la ocupación de todos los latidos del cuerpo en las cosas personales por hacer.

Así las cosas, comencé por asumir todos los trámites de nuestra mudanza, los maracuchos tiene una maldición que reza: ¡OJALÁ TE MUDEIS! Y créanme es de horror mudarse, lo único que te permite hacerlo es la emoción del sitio nuevo, de resto es de las peores cosas que jamás harás.

Raque y yo perdimos días de trabajo, contuvimos la neurosis propia de nuestras personalidades e hicimos el mejor equipo para lograr el cometido, dejamos el antiguo apartamentico por uno en el que podremos seguir creciendo. En el anterior dejamos muchas cosas vividas, otras las empacamos junto con los peroles para llevarlas al sitio nuevo, da como una especie de saudade mudarse.

Una vez mudados, sin poder ver la TV (Directv nos regaló 2 semanas sin cable), sin teléfono (CANTV nos regaló 3 semanas sin teléfono) , con los muebles incompletos, con las llaves de agua goteando, y con el deseo de que todo estuviera perfecto YA, y la consecuente mini frustración de que no sea así, descubrimos un mundo de sensaciones nuevas, ruidos, temperaturas, silencios y la magnificencia del inmenso Ávila y su brisa exquisita que se cuela por todos los rincones de nuestro nuevo hogar.

Mientras me acomodo a mi nuevo sitio, el mundo sigue dando vueltas, y las da a toda mecha, la escases de comida es una realidad aterradora a nivel mundial y los precios parece que han venido subiendo vertiginosamente, está claro que somos muchos ya y que no se produce suficiente. Bueno en Venezuela lo sabemos hace rato.

También me enteré que en unos 16 años, el Pico Bolívar de la Mérida querida de mis ancestros, cuyas nieves perpetuas son el orgullo de Venezuela, estarán derretidas para siempre, todo consecuencia del calentamiento global. Claro eso es lo que menos preocupa, pues pasarán muchas más cosas en ese tiempito tan corto, amén de sequías y monzones donde jamás habían sido vistos, ya no me da tiempo de apagar todas las luces y ahorrar energía para que no tengamos que quemar tanto carbono, el daño está hecho.

Impresionante, mientras en Venezuela el gobierno lucha por terminar de quitarnos el resto de los drechos, en Cuba, al tiempo que su dictador agoniza y su hermano se adueña del coroto, ya se puede hablar por celular y meterse en internet, que fuerte, al fin esa pobre gente empezará a ejercer derechos, pero yo me pregunto, ¡Si apenas comen!, ¿cómo van a hacer para comprarse un celular y pagar la renta del mismo? La respuesta es que no importa, finalmente pueden decidir tenero ó no un teléfono, aunque lo hagan aún con terror.

Bueno, por si fuera poco, y para impacto de todos los venezolanos, en medio de la locura política que nos ha tocado vivir en los último 8 años, el dólar, bajó de los 6mil bolos que costaba en diciembre, a 3 mil bolos, y aún así todo sube de precio desmesuradamente, todo es importado, porque aquí no hacemos ya nada ¿Quien entiende esto?

La cabeza llena, llenita de cosas, preguntas, grandes planes, miedos, emociones, alegrías, y placeres, en medio de las obligaciones y presiones del trabajo.

sábado, 3 de mayo de 2008

SIGO EN PAUSA

Aún estoy en pausa, mientras vuelvo al carril con mis historias, ofrezco otra mirada a la ciudad desde donde se ve El magnífico Avila.

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Lirios en La Rómulo. En Caracas es mayo, mes de las flores, y hasta en medio de la avenida Rómulo Gallegos florecen de forma casi silvestre los lirios sembrados hace lustros, algunos tramos incluyen botellas.


La Fachada. La arquitectura de Caracas es sorprendente, en medio de la avenida Francisco de Miranda - una de las mas largas de America Latina- el observador puede disfrutar de fachadas de edificios de los años 50 y 60, con el mas puro estilo moderno.


Lido. La contemporaneidad se erige impactante, la ciudad se levantó en vidrio y aluminio


Rascacielos. En Caracas los edificios han ganado altura y formas espectaculares, con el fin de hacernos caber a todos en el estrecho valle que ocupamos.


Internet. Hay internet dentro de este local comercial en la avenida Francisco de Miranda, afuera hay más.


Panteón. El edificio donde yacen algunos de nuestros héroes nacionales, junto con algunas de sus mejores intenciones.


Las Toninas. En la Plaza O'Leary, la ciudad se refresca con las sobrevivientes Toninas de Narvaez, ellas se bañan felices en las casi únicas fuentes sobreviventes en la ciudad.


Mayo. Mas florecimiento espontáneo y silvestre del mes de mayo caraqueño, pura alegría tropical al alcance de la mano.


Portal Centro. Cada portal en cada edificio del centro, nos recuerda lo magníficos que hemos sido, Caracas es puro recuerdo de gloria.


Inspectoría. La Inspectoría del Trabajo vapulea este edificio en La Esquina de Las Mercedes - Centro de Caracas, testigo de antiguas victorias urbanísticas, y en espera de nuevas justas.

sábado, 12 de abril de 2008

PAUSA

He hecho una pausa de unos días. Sigo viendo el Ávila, ahora estoy mas cerca incluso, casi puedo tocarlo. En los próximos días mas relatos. De momento, algunas fotos de la ciudad.



Los Abastos son los precursores de los Supermercados, en ellos se conjuga la esencia de hacer la compra, que siempre es mucho mas agradable que ir a hacer mercado. Aún en Caracas hay abastos.


El cielo intenta meterse en las ventanas de los edificios de oficinas, por mas que lo intenta no cabe, se queda afuera, el cielo está afuera.


La noche se va metiendo, y con ella la velocidad baja, empieza la hora de descansar, a pesar de la cola.


El Silencio.



La Diosa, la poderosa, la destruida Marialionza

viernes, 28 de marzo de 2008

LA PARADOJA - EN CARACAS SI SE PUEDE


Asdrúbal tiene 36 años, es Administrador, durante muchos años vivió afuera, huyéndole al desastre nacional, le fue bien, ganó dinero en US$, pero por razones que solo él conoce se vino a Caracas a finales de 2005.

Cuando llegó, estaba atormentado del miedo, creía que le iban a asaltar en cualquier esquina, temía que Chávez le quitara hasta los interiores al implantar el horrendo comunismo con el que ha venido amenazando, temía que la destrucción de las instituciones le eliminara sus derechos como ciudadano.

Asdrúbal, a pesar del terror, llegó cómodo a la casa de sus padres en La lagunita, una casa amplia, con un jardín envidiable, cortado a la perfección por el staff de jardinería empleado, allí descargaba su nostalgia por el país del norte, leyendo apaciblemente el último libro de los 7 hábitos que hacen a la gente efectiva, en ingles of course.

Recordaba un poco confundido la sensación de certeza en EEUU y la comparaba con la sensación de mas certeza aún en su casa de toda la vida, esperaba ansioso asistir a las 3 entrevistas de trabajo que ya había conseguido aquí, mientras recordaba con desprecio a su ex -jefe en la corporación internacional donde hace un mes dejó de trabajar. También recordaba con un poco de tristeza el fallido amor por Jessica, una catira de Philadelphia, quien lo dejó hace 1 año ya.

Dejó de lavar la ropa en la lavadora del edificio en el que vivía en Baltimore, donde tenía que esperar horas pasando frío y esperando para llevársela, y luego ponérsela arrugada y fría, pues ahora Encarnación, la mujer de servicio de toda la vida se la lava, seca y plancha, sin que él se entere.

Eliminó de su vida las comidas chatarra y horrenda, pues ahora la cocinera de la casa se encarga de prepararle las ricas recetas caraqueñas de de toda la vida, y se lleva para su trabajo la lonchera que le prepara la misma cocinera con pollo a la plancha, arroz y ensalada.

Los días del maravilloso transporte público de la ciudad de Baltimore, pero público al fin, terminaron, pues su primo, que tiene un concesionario Honda, lo saltó en la cola para comprar carros y le vendió un FIT a crédito. Volvió a conducir su carro propio con su música y su aire acondicionado, aquí maneja sin haberse renovado la Licencia y el Certificado Médico, allá ni le pasaba esa idea por la cabeza.

Hace 2 años conoció a Andreína, ella es Ingeniero, se la presentó su mejor amigo de la infancia, el flechazo fue instantáneo, se casaron hace 1 año y compraron un apartamento que consiguieron a través de una amiga de la madre de Andreína que tiene una inmobiliaria.

Una vez al año viajan fuera del país, todas las semanas comen en el Piso 5 de EL TOLÓN, han probado la comida cantonesa, la vietnamita, el Chino, el suizo, el Italiano, pagan con sus tarjetas de crédito sin problemas, van al Club tres veces a la semana, donde Andreína se da masajes, juega tennis y va a la peluquería que es más barata que en la calles, Asdrúbal nada en la piscina, y hace ejercicios en las mañanas, luego se pone el traje y se va a su trabajo. En definitiva se dan la gran vida.

En Caracas, sigue la inseguridad a millón, muere más gente por violencia semanal que en los países donde hay guerras, el caos y colapso de los servicios públicos y privados nos hace vivir una especie de rally cada vez que inventamos que queremos hacer cualquier cosa, Asdrúbal tenía razones para temer un asalto, y es que todos los días se entera uno de los N casos de robos, hurtos y demás especies de atentados contra la propiedad, Chávez sigue amenazando a todos con echarles la vaina comunista, siguen las marchas contra el gobierno, las bombas lacrimógenas, los huecos en las calles, la insólita escases de leche, pollo, huevos, y medicinas, la desconsideración irrespeto e ilegalidad del gobierno cada día es mayor, con todo, todo lo que se pueda uno imaginar y algo más.

Aún así, la poca gente que vive la vida de ensueño de Asdrúbal y también la gente que no vive tan bien como Asdrúbal, pero que igual vive bien, paradójicamente es la que más se queja y la que más se adelanta a exclamar cada día que AQUÍ NO SE PUEDE VIVIR, ESTO ES UN HORROR, HABRÁ QUE IRSE, mientras cada día hacemos mas y mas y mas, y sin notarlo seguimos adelante y logramos lo que deseamos, particularmente seguir viviendo bien, a pesar del desastre y a pesar de la inseguridad general.

En Caracas todavía hoy, y a pesar de tantas condiciones adversas SI SE PUEDE, aunque sea una paradoja.

martes, 18 de marzo de 2008

LA TEMPERATURA


¿Y eso que es pana?, ¿Te compraste una radio?, fueron las preguntas de Luis en el instante que entró y vio en la sala de la TV, el extraño aparato con unos números grandes.

No viejo, es un termómetro, le contesté. ¿Qué? ¿Un termómetro para qué? preguntó sorprendido. Desde ese día tomé conciencia de que mi afición por conocer la temperatura ambiental y el estado del tiempo, viniendo de un país tropical, es algo realmente extraño.

En aquella época vivía yo en Madrid, y se justificaba el conocimiento de la variación de la temperatura, y aún así, para mis compañeros de piso, venezolanos, era una extravagancia insólita, aunque permanentemente y desde entonces, antes de salir y cada vez que podían, revisaban la temperatura para saber a qué atenerse. revisión que en Venezuela es totalmente inoficiosa.

El aparato en cuestión mide la temperatura dentro de la habitación donde uno esté, y además tiene una base remota que mide la temperatura afuera del edificio, con lo cual tiene uno la medición de afuera y de adentro. ¡Qué cosa más inútil! es la opinión mayoritaria de mis conocidos, al descubrir las funciones que para mí son lo máximo.

En Caracas, a nadie le resulta de utilidad el estado del tiempo, ó la temperatura que esté haciendo, salvo en diciembre que todos comentamos la bajada de "Pacheco", y desde mayo que empezamos a cocinarnos y a comentarlo inconcientemente en todo momento (para mayor información revisar la temperatura de las ciudades de Venezuela colocadas obsesivamente en este mismo blog). Y es que haga un poco de fresco ó más calor, no cambiamos el tipo de ropa jamás, siempre vamos un poco sobre abrigados.

En nuestro país, excepto quizá en los estados Andinos y particularmente en los Páramos altos, la constante es el calor, y aún así recuerdo que hace unos 20 años, nos dió por la moda de llevar “sweateres” a plena luz del día, a unos 30 grados de temperatura, ¡Que calor señores!, que decir de los calentadores en las piernas, de moda en el Norte del planeta, que hicieron furor entre las niñas acaloradas de Caracas en los años 80.

He visto casos de mujeres con botas de invierno y medias caminando en el centro de la ciudad, a 33 grados centígrados, no quiero ni imaginarme como estarán esas piernas y pies dentro de semejante horno.

Los caballeros, profesionales y menos profesionales, vamos de rigurosos traje, hechos con lanas y otras telas nada frescas, pero que son el último grito de la moda Otoño- Invierno en París.

Las chicas usan bufandas que abrigan el cuello y la garganta para evitar cualquier resfrío a estos helados 35 grados centígrados. Especial mención merecen los abrigos que venden en Zara, con todo y pelos, llevados en el Metro de Caracas como si estuviera nevando afuera. ¿En que estamos pensando?

Bueno amigos, la cosa es que mientras andamos vestidos de Otoño-Invierno-Primavera, siendo que vivimos en permanente verano, nos negamos a ver los termómetros y darnos cuenta de que no estamos en el invierno de nuestros sueños, sino en el trópico subdesarrollado de nuestra cálida y amable ciudad.

No nos damos cuenta de que los reportes del tiempo en todo el mundo dicen que en Caracas hay 30 grado centígrados invariablemente todo el año, y aunque la realidad es que si hay variación de temperatura entre la época de mas calor y la de mas frescor, ni nos enteramos, pues siempre vamos vestidos de la estación que haya en el norte.

Mi teoría es que no queremos saber que estamos aquí, es como una especie de estado mental de MATRIX en el que, nos hacemos lo locos y nos seguimos vistiendo bien abrigados, como lo hacen allá donde hace frío.

Entonces, cómprate tu termómetro, date cuenta que hace un calor infernal todo el año, y quítate ese abrigado pantalón de pana, esa bufanda que te saca sarpullido, aunque estás acostumbrada, y esos zapatones con medias gruesas, y ponte tus chancletas, tus pantaloncillos cortos, tu falda y tu camisita y sal al sol a sudar.

miércoles, 5 de marzo de 2008

HACIENDO COLA


Allí estaba yo, con mi numerito recién tomado del “Q-matic”, feliz porque como soy cliente, puedo usar la tarjeta para que me den un número “especial” que me permite pasar antes del resto de los infelices que no son del banco.

Aún no había salido mi serie, yo tenía el 2578, seguro que van por el 2577 y ya me van a llamar.

Suena el “Ping” y titila el número 2000 indicando que le toca la taquilla 14, yo no entendí nada. Le pregunto a la señorita con el “wet look” y boca prominente y pintada de rojo que administra los tickets, si ese 2000 es mi misma serie, y ella responde que sí.

Estoy confundido le digo, ¿y mi tarjeta no es especial entonces?, Claro que es especial, me responde, todos nuestros clientes son especiales acota. Ah claro, pienso, lo que pasa es que están hoy todos aquí.

Después de 45 minutos de espera, decidí irme, me quedé con mi tarjeta especial y mis trámites sin hacer.
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Es una noche especial, estoy muy contento, no hay ninguna razón especial, es solo que estoy bien. Cuando llego a la casa agarro a mi esposa y nos enfilamos al nuevo restaurante de Ostras, ese en el que comimos con los amigos aquella vez, de solo pensar en la docena que me voy a comer con un buen vino, se me hace agua la boca.

Al llegar, la congestión de gente nos tumba un poco el ánimo, pero seguimos entusiasmados, decidimos que vale la pena y nos anotamos en la cola.

Yo lo anoto señor, pero hay 16 personas antes de usted… ¿Y cuanto tendremos que esperar? Pregunto, Como unos 50 minutos señor, responde con desidia la señorita, quien por alguna razón no puede hacer contacto visual con nosotros. Nos quedamos de pie esperando.

Al rato de espera, moviéndonos a cada rato que nos pedían permiso para pasar los mesoneros, decidimos, ya de malas, irnos a otro sitio.

Intentamos 2 sitios más, el de comida mantuana-internacional, no estaba tan congestionado, pero ya al borde de nuestra paciencia, no aguantamos 1 solo gesto que no nos gustara, y como la atención a nuestra solicitud de mesa no fue atendida de inmediato, nos fuimos.

En el de Sushi, la cosa se complicó pues había que esperar para aparcar el carro, así que luego de recorrer 2 veces, 2 cuadras alrededor del sitio sin éxito nos marchamos.

Terminamos pues de mal humor entre nosotros, frustrados por no haber podido tener la cena que queríamos y haciendo otra cola para mal comernos unos perros calientes en la calle.
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Mi celular dejó de recibir mensajes hace 2 días, yo me cambié a Telefónica porque creí que el servicio sería mejor, por aquello del GSM, nunca me gustó eso de que cambiara TELCEL a MOVISTAR, pero bueno, lo de la mejor tecnología me sedujo.

Finalmente tengo un tiempito para llamar a una operadora a ver como hago para que se arregle este problema, luego de hacerme marcar 7 veces 1 para confirmarle a una máquina que realmente quiero hablar con un ser humano, la máquina me indica, con una insólita alegría que tengo por delante 8 personas, y que en pocos minutos alguien atenderá mi llamada, a lo que sigue la musiquita esta gringa….I am walking on sunshine… wow, wow.WOW!!!!

Luego de esperar 20 minutos, con la cancioncita repitiéndose una y otra vez, con la oreja peligrosamente caliente, pegada a las ondas electromagnéticas del celular, me atiende una muchacha, que parece salida de una tienda de pan, pues no sabe absolutamente nada de lo que estoy hablando. Llegado un punto de mi reclamo, la muchacha me indica que espere en línea, tranca, y con ella se va mi conexión.

Sigo sin recibir mensajes, estoy mejor así.
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Los días, semanas y meses transcurren, uno detrás del otro, diariamente hacemos todo tipo de colas en las ciudades que habitamos. Las actividades mas placenteras se vuelven complicadas y poco atractivas pues las precede una cola larga. La gente hace colas por las razones mas insólitas, para esperar el nuevo Wii, para esperar el lanzamiento del nuevo I-Phone, y para comprar de primero el nuevo libro de Harry Potter. Una de las pocas cosas para las que no se hace cola en Caracas es para ver el Avila.

martes, 26 de febrero de 2008

SOMOS UN PUEBLO MUSICAL


Esa sentencia nos persigue, y es equivalente a la tiranía de la supuesta Alegría Perenne ó Buen Humor a Juro de los venezolanos.

Ser un pueblo musical, es como vivir en un concurso de Salsa Casino las 24 horas del día, en el que, en cualquier momento, tendrás que salir a dar tus pasos caribeños al ritmo de la melodía de moda de reggaetón ó salsa erótica.

A mí me encanta la música, y la escucho todo el tiempo en mi carro, en mi casa, y con audífonos en mi aparatico de MP3, con éstos últimos, como bien dice José, se hace uno su propia banda sonora de la vida. Sin embargo lo de la musicalidad de los venezolanos, excede mi capacidad.

Y es que se supone que debes estar feliz las 24 horas del día y listo para bailar y/o escuchar a todo volumen la música de otro. Si no estás dispuesto, está claro, eres un amargado, insoportable…. ¡Chico… alégrate vale, que la vida es una sola, que va…..!

Mientras el resto de la ciudad, a pesar de tener miles de problemas, se las arregla para pasarla feliz en el autobús que pone el merengue en la rayita 20 del volumen, con el bajo distorsionado, y los oídos a reventar, yo sufro y ruego porque le caiga un rayo al aparato de sonido del que sale semejante ruido, ó que terminen de explotar de una vez por todas esas cornetas que vibran aterradoramente.

Y es que estoy rodeado. Cuando subo en el ascensor para la oficina, me acompaña un tipo con unos lentezotes que escucha a más volumen del personal, y sin audífonos, un vallenato muy distorsionado, ninguno de los otros 5 pasajeros del ascensor parece molestarse, yo en cambio, a pesar de inconscientemente llevar el ritmo con mi pié, permanezco tenso esperando la oportunidad de quitarle el aparatejo al tipo, y tirarlo al piso, donde el momento culminante sería el de destruir con el pié el infiernillo ambulante.

Cuando logro montarme en el metro, a la hora pico, en la Estación Parque del Este, con mi cuerpo y cara adheridos a los de otros 200 pasajeros sudorosos, uno de ellos se las ha arreglado para hacernos el viaje mas “placentero” aún, con un Guaco a todo volumen desde un celular Nokia, el tipo canta, y la muchacha a quien mi brazo tapa la cara, mueve alegrísima el pie al ritmo de las gaitas extemporáneas, pero sabrosas al parecer.

El domingo en la cola para lavar el carro, el dueño del Alfa Romeo parado enfrente de mi carro, decide “alegrarnos la espera” abriendo el maletero del carro, del cual emerge una cosa como una mesa, que contiene 4 cornetas, de las cuales fluye un escándalo caribeño que no atino a identificar por lo alto del volumen, alrededor hay quienes han resuelto bailotear, yo estoy aturdido pero la gente alrededor es feliz. No lo entiendo.

Mis vecinos no pueden hacer una reunión en su casa sin que terminen dejándome en vela hasta las 5 am, cuando finalmente se va el último invitado rascado, que canta las canciones de Aditus con el repro a todo volumen. No hay policías, ni cartas de protesta, ni Junta Comunal Socialista, ni absolutamente nada que pueda detener la alegría desbordada y desproporcionada de la celebración y la música hasta el amanecer. Yo no solo no entiendo, sino que lo sufro.

No es obligatorio haber nacido aquí para tener ese espíritu musical, nuestra cosa caliente, alegre y sonora ha logrado acabar con las necesidades de silencio y consideración por los demás de personas extranjeras criadas en el frío mundo desarrollado del norte. Mi cuñado suizo no puede aguantar la tentación de romper la tranquilidad con un escándalo de Olga Tañon, baila enloquecido sin parar como en un loop interminable a todo volumen, él también es feliz y musical ahora.

Es definitivo, Somos un Pueblo Musical, y yo…. bueno yo debo ser un amargado.

martes, 19 de febrero de 2008

GRAFFITI - No la Tienda



Sin duda alguna el Graffiti es una forma de expresión, tan antigua como el hombre mismo.

El hombre del Neandertal, rayaba las paredes de sus cuevas y pintaba animales con rojos y blancos, que seguramente brillaban en las noches al calor del fuego, mientras intentaban dormir.

En Roma el Graffiti era muy común, todos los días aparecían en las paredes de los edificios pintas alusivas a los políticos, a las mujeres de grandes familias, y sobre cualquier tema que pudiera ocupar la atención del momento, debió ser como un baño público.

Desde muy niños los seres humanos tenemos la necesidad de expresar lo que vemos, y lo que sentimos a través del dibujo, y si es en una pared mucho mejor para desgracia de los padres, que luchan por contener a sus hijos y mantener sus casas limpias.

Recuerdo el día en que a Héctor se le ocurrió que debíamos pintar con tinta china las paredes de su cuarto, estuve 200% de acuerdo, nos pusimos en ellos inmediatamente, hicimos todo tipo de dibujos, chistes, y cualquier cosa que se nos pasara por la mente infantil de 9 años, el final de esta historia fue vernos cada uno con un balde de agua jabonosa y un cepillo limpiando el desastre, y un castigo por supuesto.

En la casa de algunos amigos, han tenido la grandiosa idea de colocar una pared completa tipo pizarra, es increíble ver a los adultos y a los niños concentrados escribiendo y pintando con tiza, la rayadera es pues algo natural aparentemente.

En la adolescencia muchos nos vimos empujados por una fuerza extraña que nos invitaba a rayar paredes, con mis amigos hice varias excursiones de este tipo, comprábamos spray de pintura negra, y se iniciaba el paseo, era como una competencia de creatividad, concentrándonos en los mensajes mas que en la estética, hasta que en una puerta el dueño de la casa cachó a Choza, y los demás nos piramos. Ese día aprendí algo sobre la solidaridad.

Aún hoy en día, me divierte horrores leer los mensajes vulgares e irrepetibles que las personas dejan en las puertas de los baños públicos, no puedo contener la risa cuando los leo, algunos tienen un contenido realmente censurado, el impulso por dejar plasmada una acotación solo se ve detenido por la sensatez adquirida después de adulto.

En Caracas han habido graffitis famosos, pintas impactantes por su calidad artística, y mensajes realmente escandalosos, la rayada de las paredes forma parte de la ciudad y en cierta forma retorcida tiene un encanto particular, pues como toda manifestación de la actividad del hombre no puede ser contenida, aunque en mas ocasiones de las que creamos daña fachadas y paredes deteriorando la ciudad.

Cosa distinta es el vandalismo que aparece disfrazado de Graffiti, y es que el Nor-Este de la ciudad se ha visto invadido por un deseo de destrucción, que indudablemente expresa el descontento de las personas. Rayar paredes de piedra, vallas publicitarias y señales de tránsito sobrepasa quizá el límite, si es que lo hay.

martes, 12 de febrero de 2008

CANSANCIO


• Cuando para llegar a tu casa, después de haber pasado el día trabajando, te encuentras con una cola inmensa que te retrasa 1 hora mas;

• Cuando te levantas en la mañana, te bañas y desayunas volando para salir, y a una cuadra de tu casa te encuentras la cola detenida;

• Cuando enciendes la radio y desde temprano en la mañana escuchas a las mismas personas diciendo las mismas cosas sobre el mismo gobierno, y sigue y sigue todo por 8 años;

• Cuando vas al auto mercado y sigues sin conseguir leche, huevos, harina, pollo, y cualquier otro producto de turno en escasez;

• Cuando escuchas a lo lejos la voz del Presidente de Venezuela, escupiendo insultos y acusaciones absurdas, para continuar sin resolver ninguno de los problemas del país;

• Cuando la persona que trabaja en tu casa, de nuevo dejó de venir hoy;

• Cuando vas al cine y te encuentras con que hay que luchar contra el resto de la ciudad para llegar a sentarte en paz (cola para aparcar, cola para comprar el ticket, cola para comprar chucherías, cola para entrar a la sala, sentarte comiendo pantalla, y/o sentarte separado de la persona con quien vas, cola para sacar el carro del estacionamiento);

• Cuando te das cuenta, otra vez, de que no hiciste reservación para cenar, y te toca esperar 1 hora en un sitio;

• Cuando un domingo te sorprende una cola que corresponde al lunes en la autopista;

• Cuando una vez mas descubres que la comida que pediste para llevar y que pagaste completa, está incompleta;

• Cuando los vecinos decidieron hacer otra fiesta y sabes que no vas a dormir hasta las 3 am;

• Cuando te das cuenta de que llevas 1 año tramitando solvencias para poder trabajar, y aún no las tienes;

• Cuando recibiste la noticia de que ya no cuentas con 4 mil dólares para tus compras por Internet al año, sino con 4 cientos;

• Cuando llegas a una Clínica y te das cuenta de que se ha convertido en lo mas parecido a los Hospitales mal mantenidos y mal atendidos de antes, pero contigo pagando;

• Cuando te enteras de que los créditos que la ley impone a los Bancos a una tasa de 10,26% , en vez de dártelo a ti, que lo necesitas, se lo dan exclusivamente a los trabajadores del Banco;

• Cuando una pieza que tu carro necesita para su funcionamiento, está agotada irremediablemente y te toca pasar meses sin carro mientras llega;

• Cuando te dejan esperando en el teléfono 15 minutos, con una máquina que te dice que Ya Te van a Atender, cada 20 segundos;

• Cuando tu teléfono celular no tiene recepción, no recibe los mensajes que te mandan, o las llamadas te caen directo a la contestadora;

• Cuando se va sin aviso la señal de tu servicio de televisión por suscripción;

• Cuando tienes el número 589 en el Banco y van por el 500;

Lo único de lo que no me canso es de Ver El Avila.

martes, 5 de febrero de 2008

ME DEJA EN LA PARADA POR FAVOR


Una de las sensaciones de mayor libertad en la vida, de casi cualquier habitante de una ciudad, es poderse mover a placer andando y usando el transporte público.

Los caraqueños somos gente que anda metida en vehículos el 80% de nuestro tiempo, bien sea que uno ande en carro ó en colectivos, hace ya un rato largo que nos olvidamos del placer de caminar.

Algunos de nosotros tenemos la “dicha” de manejar nuestro propio automóvil, y hemos creído durante años y años de colas interminables, de ida y de vuelta, que el summum de la felicidad está en trasladarnos solos, deprivados del contacto con la gente, en nuestros carros con vidrios ahumados, aire acondicionado y un escándalo de música adentro.

Hace algunos años, viviendo fuera de mi país, sin carro, descubrí que andar a pié, no solo es la libertad más grande que cualquier citadino puede experimentar, sino que además tiene un componente de placer inigualable, pues se tiene la dicha de ver todo, de escuchar los sonidos, de sentir los olores, y de ver a la gente. Me tomó 3 meses curarme de la locura vehicular de Caracas, pero finalmente me desintoxiqué y aprendí como el resto de la humanidad a caminar y a tomar el autobús. Hoy he vuelto a enfermar, me la paso en mi carro.

En Caracas, el sistema de transporte público es, apartando el Metro, muy malo. Sin embargo en medio del aparente caos, ese mismo sistema nefasto de transporte es capaz de llevarlo a uno donde quiera, pues se caracteriza por una absoluta flexibilidad, la cual es, por supuesto, un gigantesco desafío a las necesidades de orden en la ciudad.

Así pues, si usted está en la mitad de una avenida, y decide que es hora de montarse en un “carrito”, usted simplemente comienza por desearlo – y no tiene nada que ver con “El Secreto”-, luego al ver uno, saca usted la mano señalando que requiere el servicio, e inmediatamente y sin contemplaciones de ninguna índole el autobusero hará todas las maniobras necesarias para recogerlo en ese sitio. No habrá semáforo, vigilante de tránsito, vehículos transitando, peatones, obstáculos físicos y/o psíquicos, que le impidan a ese autobús recogerlo, mucho menos alguna norma de tránsito, y es que tal como pone la pegatina del vidrio de atrás, el chofer tiene “el poder de Jerkinson, mi hijo el primero”, poder que se demuestra con el estruendo del escape del autobús.

Una vez dentro de la unidad, no hay reglas estrictas, usted puede pagar al entrar ó al salir, puede ir sentado ó de pié, no necesita estar pendiente de las paradas, donde usted desee le dejan, si tiene calor se ubica tomado del tubo en la puerta, si tiene frío se sienta en el montículo del embrague que normalmente está caliente, si quiere conversar lo hace, si quiere callar se calla, y así.

En el autobús, el viaje es tremendamente placentero, pues se ofrecen una gama de temas con los cuales divertirse durante su trayecto, para comenzar, le acompañará su propia banda sonora, no la suya, sino la del autobús, las ganas de bailar seguramente le inundarán el cuerpo al escuchar a todo volúmen un reggaetón, salsa trancada ó merenguito, y si le toca sentado, la sensación de montaña rusa del vaivén de las sillas, a punto de despegarse, cada vez que el conductor mete un frenazo, no le darán tregua para pensar en lo tarde que va para su trabajo, colegio y/o/u casa, si va de pié, el dilema será de donde agarrarse para no ir a dar al parabrisas de la “buseta”.

La diversión dentro de la “camionetica” no tiene final, una vez que se haya acostumbrado a las condiciones sonoras y físicas de la unidad, podrá ver la gama de letreros sugestivos pegados en la unidad: ” Por favor Correrse atrás”, “No fío ni a mi madre”, “No se montan estudiantes” , “Pagar al Salir”, todos adornados con una variedad asombrosa de guindandejos y objetos que se mueven, entre los cuales debo destacar, por ser mi preferido, los perritos que mueven su cabeza negando y asintiendo al son de los huecos de la ciudad, son mundiales.

A medida que mas gente va entrando en el autobús, la experiencia se crece, va uno “corriéndose atrás”, mientras la señora con cara de susto intenta sentarse, un muchacho golpea a todos con su morral, y dos mujeres morenas ataviadas como para ir a una fiesta despotrican de sus jefes, dos señoras españolas se cuentan horrorizadas las últimas historias de horror sobre robos con cuchillos en autobuses, “vamoS que eSto Si que eS el colmo”, dicen haciendo el acostumbrado acento en las S.

En una de las paradas, todas voluntarias, ninguna indicada, entra a la “camionetica” un grupo de tres hombres que adoran a San Benito, quienes tocando un tamborcillo piden dinero para su causa, un policía viaja tomado de la barra de la puerta abierta, el niño sentado juega con un saca piojos, me muero de curiosidad por saber que alternativas tiene dentro, el contacto con la gente es inigualable, olores, colores, texturas, voces, deseos y sueños, ocurriendo en un mismos sitio, no se extraña ni por un minuto la soledad fría del carro propio atascado en la cola.

El autobús se acerca a los sitios de destino, los pasajeros con voz clara y fuerte indican “Me deja donde pueda señor” a lo que el conductor inmediatamente responde recortando la velocidad y cruzando hacia el borde de la vía –con ó sin acera- para que baje el pasajero, “permiso por favor, permisito señora, déme un chancecito amigo” hasta que llega al frente del autobús donde paga los 0,9 Bs.F (900 Bs. N) y se baja por la misma puerta por donde entró. Atrás el tráfico de la ciudad cornetea detenido. El pasajero llegó a su destino.

martes, 22 de enero de 2008

CUENTOS DE HORROR


PRIMERO
Luisa salió de su trabajo, cuando prendió el carro, se quitó los zarcillos Cartier, la pulsera Bulgari, y el reloj Tag Heuer, los metió todos en su cartera junto con los lentezotes Ray-Ban.

En la cola de la autopista, la interrumpe una pistola que golpetea su vidrio, sorprendida le baja el volumen al I-Pod, y entendiendo la indicación de entregar el reloj, le hace muecas desesperadas al asaltante indicándole que no tiene, al señalar su muñeca desnuda, el asaltante se ríe, y señala la cartera de Luisa, el ya sabe que lo tiene guardado allí.

Luisa abre el vidrio, y al entregar el reloj, el asaltante le arranca la cartera completa y sale pitando en su moto. Luisa en medio del terror choca su carro.

SEGUNDO
En el metro, entre Plaza Venezuela y Colegio de Ingenieros, irrumpen en el vagón, tres asaltantes encapuchados, le quitan a los 50 pasajeros, cuchillo en mano, carteras, relojes, efectivo, lentes, MP3’s, walkmans, loncheras, morrales y una que otra camisa de marca.

Finalizado el raqueteo, la única mujer asaltante, resuelve darle un agarrón a la novia de Felix, ella está aterrada con la experiencia. Félix le tira un golpe a la asaltante, en ese mismo momento, recibe una puñalada de uno de sus compañeros, todos los asaltantes salen corriendo impunes en la estación siguiente.

TERCERO
Todas las noches Juan Pedro llega en su carro nuevo a la puerta del estacionamiento de su edificio, con la precaución que las lecciones sobre inseguridad enseñan en los cuentos que ruedan por la ciudad, Juan pincha el botón del control remoto, y la puerta eléctrica se abre lentamente.

Mira para todos lados, revisa el movimiento de cualquier cosa alrededor, y apenas puede, corre a meterse con su carro en el estacionamiento, convencido de que está protegido.

Todas las noches se acuesta pensando en la fortuna de tener estacionamiento, pues resguarda su carro nuevo que le cuesta mensualmente 1.500.000 Bs de los de antes, ¡Que suerte!.

Ese día dejó el carro protegido con todos los seguros que le obligó a poner Mercantil, su aseguradora, tranca palanca, alarma, y protección satelital. Éste carro no se lo lleva nadie, piensa.

La sorpresa en la mañana siguiente fue encontrar el puesto de estacionamiento vacío.

----O----

Los cuentos de horror se han adueñado de las reuniones sociales, todo el mundo tiene un cuento, y el nivel de horror aumenta con el nivel de alcohol, sobre todo porque la realidad supera la ficción. Las luces se apagan, todos creen que es para hacer ambiente oscuro que acompañe los cuentos, se equivocan, es un asalto.

martes, 15 de enero de 2008

EN EL MAR



En el mar, con sabor a sal, la nariz trancada para no ahogarse, y la turbulencia llena de burbujas de la rompiente, en ocasiones das vueltas sin parar, sin dirección, sin sentido, y con un extraño disfrute de la situación.

Una y otra vez se siente el estruendo de los muchos litros de agua marina, vapuleándote como en una inmensa lavadora, hasta que ya en la orilla, te escupe hasta la arena, donde quedas echado por unos segundos.

Allí, abres tus pulmones al aire puro de la playa, limpias tus ojos del agua salada, revisas, como en un instantáneo “check list”, las partes de tu cuerpo que pudieran haber sido dañadas en el proceso, y habiendo verificado que todo está bien, te levantas y corres denuevo al agua, donde te espera la aventura.

Dentro del aguia, donde apenas tocas el fondo, donde inmensos muros de agua te levantan hasta el cielo, las olas se suceden sin compasión para el inexperto, y sin tregua para el desprevenido. En ocasiones, como la narrada, te revuelca alguna, normalmente brincas con ellas, otras veces te metes por debajo de su turbulencia y sales por el otro lado con la pericia de una foca.

En el mar, con sabor a sal, y la adrenalina en tu piel, a veces hay que lidiar contra la resaca, que empuja hacia adentro, y que, como tantas otras cosas de la vida, toca aceptar y simplemente dejarse llevar, hasta que lo suelte a uno ó pueda uno salirse de su inevitable corriente sin ahogarse, nadar en contra de la corriente es inútil y desaconsejable, es mejor flotar y esperar tu oportunidad.

Hay quienes se arriesgan, otros se quedan en la orilla, otros ni se mojan.

El mar es vida, y la vida es como el mar.