lunes, 20 de octubre de 2008

LA LLUVIA


Me asomo en la ventana de mi casa, veo El Avila magnífico, un viento que viene del este empieza a soplar duro, se desgaja el cielo, una lluvia gruesa de octubre cae pareja y seguida sobre la calle, los árboles, el techo de mi casa y mi mano cuando la saco para probar cuen fría está.

En Caracas, octubre es mes de mucha lluvia, desde que me conozco es así, es ya el final de la temporada, y éste último tramo, despide el período con fuerza, El Cordonazo de San Francisco, nos castiga seguido todo el mes, la gente cree que es una sola lluvia, pero he desarrollado la teoría de que son muchas, son una serie de tormentas acompañadas de fuertes truenos y relámpagos, de esos que asustan a los niños, y durante las cuales mi abuela aprovechaba para contarme historias de mudanzas de Dios y los ángeles en el cielo, -es que los escaparates son muy pesados y al rodarlos suenan así...., insistía ante mi cara de incredulidad e impacto.

La lluvia cae sin parar, los truenos precedidos de la iluminación tipo flash, se incrementan, -el cordonazo es hoy, dice Raque. Sigo asomado en la ventana, el agua me salpica en la cara y el disfrute es máximo, quisiera bajar y dejarme empapar por el agua. - Las ventanas, cierra las ventanas que se mete el agua, no esa no la de arriba, mi amor se mete el agua por la del estudio, desenchufa eso....en fin, como somos tropicales las casas son muy abiertas y las ventanas pueden dejar meterse el agua, las cosas del aguacero.

El verdor de El Ávila se intensifica, las nubes cubren la mitad del cerro, y fantaseo con que la neblina llegue hasta mi ventana, pero no estoy tan cerca de la montaña, ojalá estuviera mas arriba, mas en el monte, mas dentro del Ávila.

Sigue tronando, la luz tiembla, - Mi amor, la luz.... se va a dañar la nevera .... dice Raque, yo sigo en la ventana, no puedo moverme, la lluvia me ha embrujado, todos los aparatos eléctricos suenan en su reinicio por el parpadeo eléctrico, ojalá no se hayan dañado, pienso. Sigue lloviendo a mares, nos vamos a dormir con el aguacero de fondo como quien duerme al lado de un río. Mañana la cola será fenomenal, y las noticias sobre casas y calles caídas aterradoras.

Así se despide la lluvia en Caracas.

viernes, 10 de octubre de 2008

JUAN PABLO TIENE OTRA VISIÓN



Estaba yo en la calle al medio día, buscando un taxi para irme a una reunión, se para un carro, señor voy a Boleíta, ¿Cuanto me cobra?, 25 responde, ok, me subo y empecé a conversar, como siempre, Así conocí a Juan Pablo.

Juan Pablo, maneja un taxi en Caracas, es colombiano, vive aquí desde hace 3 años. Se vino a solicitud de su hermana, quien vive aquí hace tiempo y quien necesitó su ayuda durante su convalecencia. Su viaje tenía fecha de regreso, pero nunca volvió.

Se vino de esa Bogotá que está en pleno “boom” de bienestar. Sorprendido por su inmigración en éstos años complicados de nuestro país, le pregunté: ¿Qué haces tú aquí hace 3 años viejo? A lo que me respondió, Pues mire, este país es maravilloso y lleno de oportunidades……. ¡Coño, respondí, pero si esto aquí es un desastre Juan Pablo!, e intenté iniciar mi discurso de todos los horrores que veo a diario, él me interrumpió, no me dejó seguir, diciéndome con una sonrisa inmensa, no se queje, que aquí es todo maravilloso.

Juan Pablo es taxista, como ya narré, se vino en medio de esta especie de guerra civil verbal, y algo mas, que tenemos los venezolanos, se vino en medio del aumento vertiginoso de la violencia y la delincuencia en una Caracas, que al contrario de Bogotá, parece estar en pleno proceso de destrucción, se vino pues como decimos aquí, en pleno peo. Lo único es que Juan Pablo, ve aquí algo que los caraqueños no vemos, ve oportunidades, ve alegría, ve cordialidad, ve paz (aunque parezca mentira), tiene otra visión.

Mi amigo taxistas, me cuenta que durante la convalecencia de su hermana, un día le agarró el carro y se compró un “casquito de esos que dicen Taxi”, y lo puso en el techo del carro, en una tarde hizo 150 mil bolos. Al día siguiente hizo lo mismo y ganó otros 200 mil. Eso son 5 millones 600 mil en un mes, solo medio tiempo, es decir que podría ganar 11 millones en 1 mes, ¡A punta de pura voluntad! Sin licencia venezolana, sin concesión municipales para prestar servicios de taxista, y sin saberse las direcciones de Caracas.

Y es que en Venezuela, dice, todo es una facilidad, ¡Pana y a mí que me parece al contrario! , pero bueno, él se trajo a su familia, su esposa al principio creía que tenía otra mujer aquí en Caracas, pues a las 3 semanas de estar aquí, renunció a su trabajo en Bogotá y decidió no volver.

Al poco tiempo se trajo mujer e hijos y es feliz en Caracas, metió a los chamos en un colegio donde los aceptaron a mitad de año, y donde los promovieron al siguiente sin rollos ni preguntas.

Juan Pablo, es allí, déjame en la puerta esa. Para y me deja salir. Me bajo del carro con una sonrisa como si hubiera estado en un viaje maravilloso, y es que efectivamente Juan Pablo me hizo viajar de la negatividad más absoluta a la positividad, y es que bueno, Juan Pablo tiene otra visión.