viernes, 4 de junio de 2010

ENTRE ALBUMES Y BARAJITAS....


Sobre álbumes se ha hablado mucho en la vida, todos hemos coleccionado barajitas de algún tipo en algún momento, y yo no he sido la excepción, aunque no pueda contar que haya tenido aventuras desbarrancadas de emoción por el tema.

Cuando era niño, nunca me interesó demasiado coleccionarlas, hoy creo entender que nunca pude manejar el tema de la frustración que me generaba la barajita repetida, y la sensación de nunca terminar de llenar el álbum. Sin embargo tuve varios, entre los que se cuenta el impelable del baseball venezolano, alguno del mundial de fútbol, y otro que recuerdo era de cromos de las comiquitas de televisión.

También coleccioné las barajitas de cartón del baseball gringo que venían en las cajas de cereales, esas no tenían álbum, el concepto era otro, tenían una cantidad inmensa de información escrita por detrás, averages, efectividades, outs, strikes y carreras, todo eso y más, pero me duraba lo mismo que el verano en el campamento, un par de meses y ya.

De todo eso, lo que mas disfrutaba era el cambio de barajitas, me iba con mis bolsillos llenos con los cromos repetidos a hacer negocio con los amigos en el colegio, unas veces la transacción era totalmente consensual, es decir: - Chamo tengo la de fulano, tu? - Que va esa es la que necesito, te la cambio por la de sultano…. - dale , y así negociabas tu cosa con los demás, jamás se cambiaba dinero solo las barajitas. Otras, te jugabas los cromos, simplemente iban poniéndolos alternativamente, uno encima del otro y cuando tocaban repetidas gritabas RUNCHE y te cogías toda la paca de barajitas que estaba debajo de esa. No pocos pleitos y pescozones se repartían y recibían en esas lides.

Eran tiempos de niñez, y tiempos en los que efectivamente la vida era mucho mas tranquila, y en la que los escapes, aunque siempre necesarios, no tenían la preponderancia que tienen en la vida actual, en la que permanentemente requerimos, al menos los venezolanos, escaparnos, cuando menos a otras dimensiones mentales.


De adulto jamás he coleccionado nada, a pesar de que en mi entorno abunda la gente grande que colecciona las barajitas del mundial, pero he sucumbido, y es que no encuentro en que guarecerme, no hallo más temas para hacerme el loco con el país, en medio de la dificultad que trae aparejada la vida en esta tierra, con escasez de comida, cero acceso a moneda extranjera, y en pleno momento de arreciamiento de la promesa comunista de la que hemos venido haciéndonos los locos durante 11 años, me tienen atrapado, tengo que distraer mi atención, debo seguir la tradición nacional de no actuar en consecuencia a la magnitud de los hechos.

Así es, parece que el álbum de la FIFA 2010 va a tener que suplir mi ya practicada costumbre de no escuchar, no ver y no decir en éstos tiempos que ya suman mucho, se va a convertir en mi refugio para no creer lo que se nos viene encima, y así en una maniobra tipo El Secreto, quizá de solo no hacerle caso, vengo y me atraigo mas bien una vida que gire en torno a la adrenalina del mundial de futbol, que me deje por favor en un loop de emoción y GOOOOOL para siempre, lejos, muy lejos del veneno nacional, y mas importante aún, lejos de poder hacer algo al respecto.