jueves, 31 de diciembre de 2009

2009. Un Año - ¡Venga 2010 !


El fin de año otra vez, que rápido se pasó, y que cantidad de cosas ocurrieron en tan corto tiempo.

Un año esforzado y forzado, en el que todo nuestro empeño estuvo concentrado en lograr nuestro mas grande sueño, y que con fortuna hoy podemos empezar a vislumbrar.

Un año en el que sin variación, pero con empeoramiento serio, la situación política de Venezuela nos siguió sacudiendo de manera feroz, lleno de amenazas y de destrucción de todo aquello que hemos creído esencial para la vida, un año en el que se nos enseñó una vez mas que éste no es el mismo país que nos prometieron, dejando nuestras expectativas muy por encima de la dura realidad, hace años ya. Todo aderezado con el enriquecimiento descomunal y descarado de quienes están cerca del gobierno, mientras las compañías quiebran y los Bancos son cerrados.

Un año en el que se nos mostró el reto de seguir trabajando en la construcción de las relaciones familiares, que son tan frágiles como el vidrio y de extraordinario valor, y que dependen a éstas alturas de la adultez, exclusivamente del respeto que logremos dar a nuestros padres, hermanos, sobrinos, y cuñados, y evidentemente del cariño que podamos recordar y entregar.

Un año en el que la amenaza de inflación y de catástrofe económica, no se concretó en todo su horror predicho por tantos, pero definitivamente nos sacudió duramente, y parece empeorar día a día.

Un año en el que no hubo dólares para nadie, solo para quienes están muy conectados. Un año en el que no se vendieron carros en el país porque no hubo como producirlos ó importarlos, en el que las tarjetas de crédito no sirvieron en el exterior, en el que varias empresas fueron expropiadas, en el que los servicios prestados al sector público no siempre fueron pagados.

Un año en el que se nos mostró cuán dura puede ser la reacción del gobierno y los poderes públicos arrodillados, frente a quienes abiertamente protestan y se oponen a sus designios. Gente presa, desacreditada, gobernantes despojados de su poder y de sus recursos, uso de los medios de coerción pública para amedrentar y abusar del poder.

Un año en el que mas de dos días a la semana no tuvimos agua corriente en nuestras tuberías, y en el que falló la electricidad porque su producción no alcanza para todos.

Un año en el que se trabajó duramente, y ese trabajo tuvo rendimiento y frutos, muchos proyectos y satisfacción y en el que se demostró que la voluntad –aunque no es el único factor- es un arma indispensable para echar adelante los proyectos laborales.

Un año en el que la familia y amigos estuvieron cerca, cosa que se agradece infinitamente.

Un año de retos médicos, que nos mantuvieron en vilo, superados todos ya afortunadamente.

Hubo fiestas, y celebraciones de toda índole, como solo los venezolanos sabemos hacer, hubo tiempo para el teatro, la música, el arte, la lectura y algún viaje fuera de la ciudad.

En ésta ocasión, a horas de que se acabe ya éste 2009, y a pesar de que como siempre suele uno hacer el recuento para cumplir el ritual de paso del “Feliz Año”, solo puedo mirar adelante, solo puedo pensar en el futuro, no me interesa mirar atrás, y no es solo un lugar común, ni un ejercicio de optimismo –nada común en mi- es una novedad.

Adiós 2009 y bienvenido 2010.