martes, 1 de septiembre de 2009

COSAS QUE VEO


En el centro de Caracas, casi al final de la Avenida Urdaneta, está Santa Capilla, supone uno que emula aquella ubicada en París. Es impactante ver una obra arquitectónica de estilo Gótico en Caracas, y mas impactante es que en medio de tanta destrucción sobreviva. Hace un tiempo la vi toda rayada con cruces gamadas que señalaban a la iglesia como Nazi, parte de la crispación que hemos vivido en el último decenio.


El cielo azul caraqueño de agosto, es un cielo brillante de verano, que llama a vacacionar y dejarse llevar por el calor. Es un cielo cálido y relajado, cortado como todo el año por el verdor permanente de las palmas y demás arboles de nuestro trópico.



El mar se mete por la ventana. Tener el mar a 45 minutos (sin cola) de Caracas, es una bendición. El Caribe en Venezuela no es tan cálido como más al norte, pero el calor del sol, te obliga a bañarte y cuando ya estás dentro es el paraíso.


El Ávila se cuela entre los edificios. En el carro, entre edificios, la montaña de Caracas se te mete en los ojos, y te da un respiro, luego a seguir bregando.



Al norte de la ciudad, cuando ya no ves más edificios, cuando lo único que queda es la Cota Mil, el Ávila nos regala su majestuosidad, es el monumento mas grande de Caracas. Detrás de ésta mole verde, hacia el norte franco, El MAR CARIBE.


Azul y más Azul. Cielo y Mar del mismo tono de azul. Naiguatá es el refugio.


Vestigios Coloniales. Casas magníficas, que nos recuerdan nuestra historia y arquitectura.

Más Vestigios. En La Guaira, ahora Estado Vargas, pero en el pasado parte del DF venezolano, el casco central está formado por decenas de casas antiguas de la colonia, son un patrimonio cultural que de forma intermitente es mantenido, hay casas realmente impactantes donde hoy en día funcionan organismos públicos, como el Concejo Municipal de Vargas (Esta casa).

Los Silos del Puerto de La Guaira. Existen desde siempre, y bueno son las cosas del trópico, en ésta Venezuela que ha dejado destruir muchas obras valiosas, repentinamente sobresalen éstos silos decorados con una obra cinética cuyo autor desconozco, la cual se yerge sobre las ruinas del mural de Cruz Diez que circundaba el Puerto de La Guaira, destruido en uno de los deslaves, y dejado perder por la indolencia.


MURAL. Hemos visto tantos, pintarrajeados y mal hechos, con temas rebuscados y políticos. Éste en cambio es refrescante, hecho con mosaico partido de baldosas, peces, tortugas, delfines, peces espada y hasta una sirena, auguran una buena estadía en la playa.



EL BOQUERÓN: Este famoso túnel que conecta Caracas con la autopista que lleva al Estado Vargas, nos muestra la ingeniosidad con la que la pobreza se rebusca para construirse sus viviendas, antes el PSUV decoraba algunas casas, hoy es MAGGI y el sabor de sus cubitos la que los patrocina.


Caracas en ésta época vuelve a florecer es como una segunda primavera al mismo ritmo de las lluvias, y con el sol incandescente.



Al anochecer, millones de lucecitas se prenden en la montañas que bordean la ciudad, allí viven las almas de millones de caraqueños, que siguen en espera de que sea su turno.




La Plaza Altamira. Es protagonista de la ciudad que es posible para todos. Un espacio público admirable. También protagonizó hechos terribles en pasados años. Allí se recibe cada año, entre fuegos artificiales y música. Allí patinan, se enamoran, se esperan, pasean, pelean, hacen la cola para el metro bus, las personas de ésta Caracas.




Cosa curiosa, en Parque Cristal éste pajarito vive entre la gente, toma agua de los pocitos que deja la lluvia, y le alegra la vida a quienes se percatan de su presencia, casi invisible.


El Mercado de Chacao. Es una experiencia saludable y tranquila, alejarse de la máquina registradora, la cola para pagar, y los pasillos interminables llenos de cosas que no queremos comprar, porque las que queremos están de escaséz en turno, y acercarnos a la compra fresca de manos directas y con agrado.


Miranda. Nueva plaza de patineteros, en el borde del Municipio Sucre. Es una experiencia dificil de describir.


Centros Comerciales. Los recintos cerrados y seguros, cuyo objeto es hacerte gastar dinero, que nos impiden relacionarnos con la ciudad. Son como un sueño de consumo, nadie se salva de entrar, son agradebles, pero aislantes.

4 comentarios:

rb dijo...

Gracias gracias gracias por fotografiar Caracas y sus alrededores, y por compartir con nosotros. Me gusta ver todas esas fotos contemporaneas que se sobreponen a mis recuerdos.

Negrita dijo...

Ivan
que fotos tan especiales! Es la segunda vez que te dejo un comentario por la misma razon: tus fotos me llenan de nostalgia ya que me llevan a paisajes de mi vida cotidiana en Caracas y tambien del litoral.
Tengo ya 7 anios viviendo en Canada y no puedo ir a visitar mi pais tan a menudo como quisiera :(
Tus fotos refrescan mi memoria , gracias
Matilde

Catalina dijo...

que rico ver fotos de Caracas y El Avila! gracias!

(los silos también son de Cruz Diez creo)

Flor dijo...

Que nostalgia senti a ver estas fotos. De mi apartamento veía el Avila y a los domingos miraba a los ícaros que volaban por allí y al atrdecer a los pequeños aviones que regresaban a La Carlota.

Los Palos Grandes como te extraño!!

Un abrazo
Flor